viernes, 10 de mayo de 2013

¡Tengo una historia que contar! Jair Ghuneim Orihuela.


Soy Jair Ghuneim Orihuela, alumno de 2º de Bachillerato B del IES Profesor Martín Miranda. En esta ocasión contaremos con las amables palabras de María del Carmen Torres González, mujer nacida en la postguerra, en el inicio del franquismo que se ha prestado a esta entrevista.

Bueno, me gustaría que me respondieras abiertamente, tal y como viviste el franquismo y el cambio que pudiste apreciar durante la Transición española. No estaría mal que nos comentaras, ¿Qué recuerdas de Franco?
De Franco, aún me acuerdo cuando vino a Tenerife, yo era muy pequeñita e iba de la mano de mi tía y de su marido que servía en aquel entonces al ejército de Franco, recuerdo que estaba en lo alto, en un balcón en la plaza del Príncipe en Santa Cruz y todos lo aclamaban. En ese momento no entendía muy bien por qué hacían eso.

Respecto a la comida y productos de subsistencia, ¿Eran de fácil acceso a ellos?
Fueron tiempos de mucha pobreza, sobre todo en el principio del franquismo, yo recuerdo, de ir con una cartilla de racionamiento a buscar comida. Ahora mismo, si lo comparamos con el pasado, da envidia todo lo que tenemos.
¿Cómo vivías el franquismo? ¿Echabas en falta algo?
En aquel momento, había carencias, pero era algo que en mi niñez veía como normal. En ese entonces, mis padres no me permitían salir a la calle, y los juegos eran en familia, junto a mis hermanos. Fue ya cuando conocí a mi marido cuando empecé a salir más.

¿Cómo era la calle durante el franquismo?
Al principio parecía tranquilo, había mucha seguridad, cuando salía con mi padre, se pasaba la mayor parte del tiempo con los brazos en alto, en toda esquina se escuchaba un “¡Alto! ¿A dónde va? Identifiquese”, o  frases parecidas.

Supongo que irías a la escuela ¿Existía alguna diferencia respecto ahora? Los chicos estaban separados de las chicas, ¿Existía diferencia en lo que se estudiaba?
Si estudiaba. Imagino que existirán muchas diferencias de antes a ahora, creo que ahora la sociedad es más culta y abierta y la transición a la democracia, hizo un bien a España.
Si, no estudiábamos en el mismo lugar, niños por un lado y niñas por otro, pero pienso que lo que estudiábamos era lo mismo.

¿Tenían televisión en ese entonces?
No había televisión en mi niñez, fue más tarde, ya una vez casada cuando llegué a poseer mi propia tele. Recuerdo de pequeña pasar por los escaparates y quedarme mirándolas, pensando “Yo nunca podré tener una de esas”. Pero con los años, el Franquismo fue siendo más permisivo, y ya viviendo con mi marido, recuerdo tener la televisión en casa, en ese entonces solo existía una cadena de televisión, “la Española”. Hoy en día es todo un lujo tener todo lo que tenemos dentro de esta habitación, en ese momento era impensable, hay que ver todo lo que ha cambiado el país, que vueltas da la vida.

Avanzando en el tiempo, ya una vez con Televisión, ¿Recuerdas lo ocurrido con Carrero Blanco?
¡Sí, claro que me acuerdo! Estaba viendo la televisión en cuando ocurrió el atentado de ETA, su coche salió por el aire de la explosión tan grande.

¿Recuerdas la muerte de Franco?
Me acuerdo que cuando él murió, el Rey Juan Carlos entró en el poder, pero mantuvo en el gobierno a Arias Navarro, que tampoco duró mucho. Después quien gobernaba era Adolfo Suárez.

¿Votaste en las primeras elecciones democráticas de 1977? ¿Recuerdas a quien? ¿Por qué?
Sí, me acuerdo de ir a votar, yo no sabía nada de política, de hecho, vote porque mi marido me había dicho a quien tenía que votar, que de no hacerlo podía perder el trabajo, así que vote a un grupo socialista, creo que era el PSOE. Ya en ese entonces, estaba legalizados los partidos comunistas en España, que eso con Franco, eran ilegales.

¿Hubo diferencias en el apartado de la comida del franquismo a la transición?
Sí,  ya una vez acabado el franquismo, todo estaba más al alcance de todos, ya no había tanta pobreza, y podías tener “caprichos” que  antes eran impensables.

¿A qué te dedicabas en aquel momento?
Era costurera, también hice algo de peluquería pero vagamente. Principalmente costurera, en casa, pero mi mayor dedicación era a mis hijos, mientras mi marido trabajaba durante el día, yo me ocupaba de ellos.


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