jueves, 9 de mayo de 2013

Damana Gara Hernández Torres y Carla Rebollo Arnay.



Nos  disponemos a entrevistar al profesor del IES Profesor Martin Miranda José Valdivieso Sánchez profesor de Sociales, con motivo del trabajo final en la asignatura Historia de España. En esta entrevista, trataremos temas desde el franquismo hasta la Transición intentando recopilar lo vivido por el entrevistado en esos años.
P. Como ya sabemos, el Franquismo fue una época muy dura para España ¿Cómo vivió usted esa época?
R. Tuve conciencia de la dictadura a finales de los sesenta, principios de los setenta, la última etapa del franquismo  que, por lo que contaban mis padres, la cosa se había suavizado un poco. Hasta entonces franco había gobernado con mano dura. Recuerdo que un par de meses antes de la muerte de Franco hubo cinco fusilamientos a miembros de ETA y otra organización que no recuerdo.
En el instituto Alonso Quesada organizábamos actividades, no siempre autorizadas, donde tratábamos asuntos relacionados con la oposición al Régimen. De vez en cuando nos reuníamos con gente del partido, es como se conocía al Partido Comunista de España, para organizar, digamos “actividades”.
Me acuerdo del nombramiento del Almirante Carrero Blanco en 1972 o 73 como Presidente del Gobierno y que eso nos desmoralizó mucho porque era el hombre duro del Régimen. Pocos meses después murió en un atentado de ETA, siendo sustituido por Arias Navarro que comunicaría en televisión la muerte de Franco con gran teatralidad: “Españoles, Franco ha muerto”
 P. Imaginamos que fue un gran impacto el fallecimiento del Generalísimo. ¿Cómo vivió el cambio tras su muerte?
R. Yo estaba en el segundo año de carrera en La Laguna, vivía el en colegio mayor “San Agustín” y ese día me había quedado a estudiar para un examen, cuando alguien gritó desde el patio: “Se murió”. Fuimos corriendo al salón de la tele y vimos el final del comunicado de Arias Navarro.
La muerte de Franco me trajo sensaciones contradictorias. Por un lado de preocupación por si las cosas se pusieran peor, por otro de esperanza en que se produjera el cambio. Con el nombramiento de Adolfo Suárez como sucesor de Arias Navarro creo que empezó un largo camino hasta la consolidación de la democracia en España. Fue durante los gobiernos de Suárez cuando se legalizan los partidos políticos y se aprueba la Constitución.
P. Las vidas de muchas personas quedaron llenas de recuerdos vividos a lo largo de esos años, en el caso de usted, ¿hubo algún hecho que le marcara?
R.Marcarme no, pero si hubo un par de acontecimientos que no creo que pueda olvidar.
El curso 77-78, y lo recuerdo porque ese año me casé, fue un año difícil. Con la muerte de Franco la Universidad se convirtió en plataforma de reivindicaciones políticas y sociales. No dudábamos en salir a la calle para reclamar derechos y libertades o, como en diciembre del 77, apoyar las demandas de otros sectores, concretamente una huelga general de la gente de la empresa de transportes (hoy Titsa). El 12 de  diciembre, después de algunas marchas por La Laguna, aparecieron a mediodía unos guardias civiles que  dispararon asesinando a Javier Fernández Quesada en la puerta de la Universidad que da al campus. Yo estaba allí y me impresionó.
El otro acontecimiento fue el golpe del 23F. Trabajaba en un colegio de Somosierra y cuando regresaba a casa hoy por la radio que unos guardias civiles habían entrado en el Congreso. A partir de ahí estuvimos pegados a la radio viendo el televisor hasta el día siguiente. Fueron horas de mucha tensión. Recuerdo que mucha gente pensó, incluido yo, que volveríamos a un estado represivo.
P. ¿Cómo fue en Canarias esas épocas significativas para España?
R. Supongo que como en la península. La gente tenía miedo, sobre todo la gente mayor, la que vivió la guerra y la posguerra. Llamé por teléfono a mis padres y aunque los noté tranquilos me aconsejaron que comprara productos de primera necesidad y bromeamos sobre eso. Al día siguiente había muchísima gente comprando en tiendas y supermercados.
P. En esa época era obligatorio asistir a la mili, salvo algunas excepciones, ¿usted tuvo que ir?
R. No, afortunadamente no tuve que perder 18 o 24 meses de mi vida.
P. ¿Cómo se libró?
R. Durante unos años pidiendo prórroga por estudios. Luego tuve la suerte de que se aprobara una ley por la que el excedente de cupo no se hacía por sorteo sino que parte de ese excedente se daba a los mantenedores de familia. En aquellos momentos ya tenía un hijo y me pude librar.
P. ¿Qué era el excedente de cupo?
R. Cuando un año había más jóvenes en edad para entrar a la mili de los que se necesitaba, a la cantidad que sobraba es a lo que se llamaba excedente de cupo.
P. ¿Cómo era la situación de la mujer en esa época?
R. A finales de los setenta con la aprobación de la Constitución se empezaron a producir algunos cambios favorables a la igualdad de las mujeres y hombres. Recuerdo una ley por la que se aprobó la igualdad de derechos de los cónyuges en el matrimonio, que hasta entonces eran el hombre el que tomaba, legalmente, las decisiones. Esa época fue el comienzo del camino que nos ha traído hasta aquí.
P. Con el cambio tras la muerte de Franco, ¿qué significó para usted poder votar en las elecciones?
R. Fue emocionante. Después de haber luchado por las libertades, haber pasado dos detenciones por participar en actos de protesta una, y por estar en una manifestación que terminó con bolas de goma y piedras la otra, votar fue algo que me llenó de orgullo. Sentí que al final lo habíamos conseguido.

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